Disfrutando de la exploración.-

Después de todas estas cosas que hemos visto hasta ahora, estamos en condiciones de adentrarnos en cualquier cavidad que no supere un cierto nivel. De lo que se trata es de pasárnoslo bien y de disfrutar de las simas y cuevas. Podríamos señalar una serie de elementos específicos de espeleo que pueden ayudarnos a sacar mayor partido a nuestras expediciones:

  • No entrar en una cavidad o forzar la exploración si vemos que las condiciones no son todo lo favorables que podrían ser. Si la cavidad ha estado ahí durante millones de años, seguirá estando esperándonos en una mejor ocasión.
  • Avisar siempre de la actividad que vamos a hacer: nombre de la cavidad, situación, hora prevista de contacto telefónico a la salida, etc. Es preceptivo avisar ante una incidencia al teléfono 112, pero también es conveniente llamar a la propia Federación Territorial para que se active el Grupo de Espeleosocorro.
  • No programar actividades demasiado apretadas en el tiempo, sobre todo si luego hay que volver conduciendo, aunque esto no sé si algún día lo conseguiremos.
  • Contabilizar el tiempo de aproximación a la cavidad y de retorno como tiempo de la actividad.
  • Respetar siempre que sea posible el ciclo biológico habitual: trabajo-comida-sueño.
  • Si vamos a utilizar varios días, cuidar bien la alimentación antes, durante y después de cada actividad . Beber agua en abundancia.
  • Durante la exploración procurar no realizar esfuerzos innecesarios y aprovechar las pequeñas paradas para comer algo y beber. Las paradas deben ser cortas pero frecuentes para evitar coger frío.
  • No ponernos a experimentar nuevas técnicas durante las expediciones. Dejar esas cosas para los entrenamientos que debiéramos tener de vez en cuando.
  • Cuidar que la llama del carburero no nos queme a nosotros ni las cuerdas ni el resto del material.
  • No arrastrar a nadie a una actividad que no desea realizar. Cada cual tiene sus propias inquietudes y motivaciones para practicar la espeleo.
  • Potenciar la confianza entre los miembros del equipo.
  • Planificar juntos las actividades para que todos sepamos qué es lo que estamos haciendo en cada momento. Eso, psicológicamente, da mucha confianza.
  • Repartir la carga y el trabajo según las capacidades de cada uno.
  • Progresar siempre al ritmo del más lento.
  • Hay que tener en cuenta que el que va al final va acumulando el retraso de todos los demás. Habrá que esperarlo regularmente para que no se vea obligado a forzar la marcha.
  • Los más novatos no deben ir ni al principio ni al final.
  • Ante un paso complicado, esperar a reunir el grupo y valorar juntos las posibilidades de atacarlo. Lo que para unos parece muy fácil, para otros es poco menos que imposible. Hay que tener cuidado con las valoraciones que hacemos los unos sobre los otros.
  • Facilitarnos la progresión unos a otros estando al tanto de todas las maniobras de los compañeros, desde las más simples, como pasarnos una saca, a las más delicadas, como revisar el seguro de pecho en un ascenso, o colgarnos a media altura para facilitar un paso.
  • No estar parado o circular inútilmente por la base de los pozos para evitar que nos caiga alguna piedra.
  • Si tiramos una piedra o cualquier otro utensilio, por ridículo que parezca, hay que gritar fuerte y avisar. A medida que hay mayor profundidad, un pequeño tornillo puede ser un verdadero proyectil. Los manuales dicen que hay que gritar ¡Piedra!. Imagino que en esa situación cada cual gritará lo que pueda, pero que sea algo claro.
  • Hay que intentar por todos los medios no perderse. Esta es una tarea de todo el grupo, y no sólo del que va en ese momento en cabeza. Es importante llevar brújula y mapas de la cavidad, e incluso es mejor llevarlos por duplicado. Memorizar los sitios por donde vamos pasando mirando hacia atrás, que será como los veamos cuando regresemos. La desorientación es muy fácil. En una ocasión, en la Galería del 1er Piso del Reguerillo uno vino entusiasmado porque ’había descubierto otra galería que era igual que esta’. Si hay lugares conflictivos, es menester marcarlos con mojón de piedras, pero también hay que acordarse de quitarlos a la vuelta. Si no, al final hay tantos mojones en la cavidad que uno ya no sabe qué supone cada uno de ellos.
  • Si nos perdemos o nos quedamos bloqueados, es conveniente quedarnos cerca o en medio de algún sitio que reconozcamos como paso principal. No sentarnos en el suelo sino sobre cuerdas, sacas, etc. Ponernos toda la ropa de abrigo que llevemos y cubrirnos con la manta térmica para no perder calor. Racionar el carburo, la comida y el agua desde el principio
  • Si notamos síntomas de cansancio, es importante comunicárselo a los compañeros. No continuemos con el mismo ritmo de la exploración porque podríamos terminar agotados. Evidentemente, las grandes verticales, las estrecheces, y otros pasos complicados, junto con la humedad que hay en una cueva, son elementos que provocan agotamiento y que no podemos eludir. Pero hay otros elementos sobre los que sí podemos tener un cierto control y que hay que cuidar, tales como una buena preparación técnica (muchas veces las cosas se solucionan mejor si tenemos la técnica adecuada), el equipo personal adecuado (cabos de seguridad y anclaje regulados, así como la longitud del cordino del estribo personal, no llevar más peso que el necesario), malcomer o no beber lo suficiente. Cuando los objetivos están desproporcionados, o mal planificados o simplemente no existen el tiempo de permanencia en la cavidad se prolonga generando un esfuerzo para el que no se está bien preparado. Pero sin duda el mayor problema es que si uno de nosotros está cansado y no lo dice porque cree que nos va a fastidiar la exploración a los demás, entonces sí que nos hace polvo, porque la fatiga que va sintiendo puede convertirse en agotamiento. En esos casos lo mejor es comentarlo y pararnos. No se trata de empezar a salir a la desesperada. Primero, descansar un poco, y después, ir tranquilamente hacia la salida.
  • La exploración no termina hasta que ha salido el último compañero. Hay que evitar comportamientos poco solidarios como el quitarse el material de progresión nada más salir: alguno de los que quedan abajo pueden necesitar de nuestra ayuda.

Una cosa más a comentar es que debemos diferenciar el tema de la espeleo-fotografía. Cuando queramos hacer fotos para disfrutar de ellas, tendremos que montar expediciones única y exclusivamente para ello (si quieres saber algo más sobre fotografía, visita nuestra sección de 'Hacer fotos'). El tiempo que se tarda en colocar la cámara, el cuidado que hay que tener con los utensilios, etc., retrasarían mucho una expedición de ataque. Para esta, podemos seguir haciendo fotos con las cámaras pequeñas y automáticas que casi todo el mundo tiene.

 
Prinicipios básicos
Lista de Federaciones
El equipo necesario
Material individual
El equipo colectivo
Iniciación a la práctica de la espeleología
Nudos
Instalaciones
Maniobras de progresión
Antes de entrar
Disfrutando de la exploración
... y al salir...